Cómo regular correctamente los espejos retrovisores para conducir con mayor seguridad

Si hay un elemento del coche que pasa desapercibido hasta que se necesita, esos son los retrovisores. Gracias a ellos, el conductor obtiene una visión clara de lo que ocurre detrás y a los lados del vehículo, sin tener que girar la cabeza en exceso. Ajustarlos bien no solo facilita las maniobras y mejora la comodidad al volante, sino que es clave para reducir los puntos ciegos y evitar situaciones de riesgo. Aunque han cambiado poco con el paso de los años, siguen desempeñando una función esencial en la seguridad vial y dependen en gran medida de ti para que funcionen correctamente.

Tipos de retrovisores y para qué sirven

Todo turismo con capacidad de hasta nueve plazas incorpora tres espejos retrovisores: dos exteriores y uno interior. Cada uno cumple una función específica, y conocerla te ayudará a ajustarlos mejor.

► Retrovisores exteriores (izquierdo y derecho): convexos y anclados a la carrocería. Amplían el campo de visión lateral, ayudan a detectar vehículos en los ángulos muertos y facilitan maniobras como adelantar, incorporarse a la vía o aparcar.

► Retrovisor interior: ubicado en el centro del parabrisas y también convexo. Permite ver la carretera y el tráfico que circula directamente detrás del coche, siendo crucial para cambios de carril y adelantamientos.

Aunque todos los vehículos salen de fábrica con los tres retrovisores, solo son obligatorios el interior y el exterior izquierdo. El derecho pasa a ser obligatorio cuando el interior no ofrece visibilidad suficiente, algo habitual en vehículos cargados, con lunas oscurecidas o con objetos que bloquean la visión.

Cómo regular correctamente los retrovisores

Regular los espejos solo te llevará unos segundos, pero ese gesto puede evitar accidentes. La clave es sentarte en tu posición habitual de conducción antes de empezar y seguir este orden.

Retrovisor interior: el primero que debes ajustar

► Debe cubrir la mayor parte posible de la luna trasera.
► Asegúrate de que el coche esté detenido y sobre un terreno nivelado.
► Coloca el espejo centrado en el parabrisas, evitando que se incline hacia el interior del habitáculo.
► Si un coche aparece en un lateral y deja de verse en el espejo exterior, deberías poder seguirlo inmediatamente en el interior.

Retrovisor izquierdo: ajusta sin ver tu propia carrocería

► Inclina la cabeza hacia la ventanilla del conductor.
► Ajusta el espejo de forma que solo se vea una pequeña parte del lateral del coche.
► Debe permitir una visión trasera mínima de 2,5 metros de ancho y 10 metros de longitud.
► El resto del espejo debe mostrar la carretera y los vehículos que se aproximan por el lado izquierdo.

Retrovisor derecho: máxima cobertura lateral

► Inclina tu cabeza hacia el centro del coche, justo sobre el reposabrazos.
► Colócalo para que no se vea la carrocería y se muestre la vía por donde circulan los vehículos que se aproximan por ese lado.
► La visibilidad trasera mínima debe ser de 4 metros de ancho y 20 metros de longitud.

Cómo comprobar que están bien regulados

Incluso si sigues los pasos correctamente, conviene realizar una pequeña comprobación antes de circular.

► Prueba con un coche detrás: observa cómo pasa de un espejo a otro. Si desaparece durante más de un segundo, hay un punto ciego que debes corregir.
► Revisión en movimiento: circula a baja velocidad y confirma que los vehículos que se aproximan por los laterales no desaparecen entre espejos. Si lo hacen, vuelve a ajustar.

Consejos extra para mejorar tu seguridad

Los retrovisores pueden moverse por baches, vibraciones o al cerrar las puertas, así que conviene revisarlos de vez en cuando. Algunos coches permiten regularlos mediante palanca o controles eléctricos, pero esto no garantiza que estén bien colocados: si necesitas girar demasiado la cabeza o separar la espalda del asiento para ver a los demás vehículos, están mal ajustados.

Los modernos sensores de ángulo muerto son un complemento muy útil, pero no sustituyen una buena regulación. Ver la carretera por ti mismo sigue siendo esencial.

Pequeños ajustes que evitan grandes riesgos

Regular bien los retrovisores es un gesto sencillo que permite una conducción más segura, fluida y cómoda. Los puntos ciegos no pueden eliminarse del todo, pero sí reducirse de forma notable si colocas los espejos correctamente y te aseguras de mantenerlos ajustados durante el viaje. Con una buena visibilidad, protegerás tu seguridad y la de todos los que comparten la carretera contigo.

Y recuerda: mantener tu coche en perfecto estado es igual de importante que saber usarlo. Si quieres revisar el sistema de espejos, la visibilidad, la mecánica o cualquier otro elemento del vehículo, confía en los profesionales de EuroTaller.

Fuente: eurotaller.com