¿Cómo trazar de manera eficaz una curva?

¿Hay que abrirse? ¿Cuándo hay que cerrar trayectoria? ¿Acelero o freno? Aunque se lleven muchos años conduciendo podemos enfrentarnos a curvas que supongan un desafío debido a las inercias que provocan las transferencias de peso del vehículo. Lo primero es llevar un coche que esté en perfecto estado y que ofrezca la mayor adherencia y estabilidad y para ello nos ayudan las revisiones en Astimóvil para que no tengamos esos problemas y circulemos con seguridad.

Aunque mucha gente no lo sepa, los paneles direccionales nos indican, no solo el sentido de la curva, sino también cuánto tenemos que reducir la marcha respecto a la velocidad de la vía. Un panel obliga a desacelerar entre 15 y 30 km/h, dos entre 30 y 45 km/h y tres, más de 45 km/h.

Además, si se debe frenar o reducir la marcha, el momento de hacerlo es antes de entrar en la curva, cuando las ruedas del coche están todavía rectas. La velocidad y el frenado deben adaptarse a las condiciones de cada momento. Una curva no será igual en un día soleado que con lluvia o hielo. Tampoco con niebla o de noche.

Consejos para hacerlo bien

  • Anticipación, es básica, por eso es preciso mirar al frente, lo más lejos posible, para poder adaptarnos a él.
  • La trazada más efectiva. Para minimizar al máximo el giro es importante aprovechar bien el espacio del carril, ciñéndonos al exterior de la curva para dibujar la línea más amplia posible. En las curvas a la izquierda, además, esto nos aportará mayor visibilidad. A medida que el vehículo vaya adentrándose en la curva, el conductor se irá acomodando cerca del extremo interno. Y cuidado con no salirse del carril.
  • Control al volante. Las manos deben estar siempre correctamente colocadas en el volante, por analogía con las agujas del reloj, a las 10:10. En una curva todavía más si cabe, ya que, de lo contrario, nos puede dificultar cualquier rectificación de la trayectoria.
  • Aceleración de salida. Una vez finalizado el giro, cuando las ruedas vuelvan a estar rectas, acelerar nos ayudará a salir con la máxima estabilidad y prepararnos para el siguiente giro. Pero siempre se debe hacer con la máxima suavidad.

Hay que recordar que el vehículo, al moverse, genera una inercia y, al girar en una curva, se inclina, recibiendo más peso las ruedas del lado exterior que las del interior. Por esta razón, las ruedas exteriores en la curva tienen más agarre que las interiores, lo cual puede provocar en algunas ocasiones que la rueda trasera interior quede suspendida en el aire al entrar en una curva cerrada.

Fuente: eurotaller.com