Pasar la ITV puede generar nervios, pero la clave para evitar sorpresas es saber exactamente qué se revisa. Según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), el proceso sigue un protocolo claro, sin desmontar piezas, y enfocado en garantizar tu seguridad y la de todos en la carretera. Aquí te contamos, paso a paso, qué puntos examinan y cómo puedes prepararte antes de acudir.
1. Identificación del vehículo
Todo empieza por verificar que la matrícula, el número de bastidor, la marca y el modelo coincidan con la documentación. Lleva contigo la Tarjeta ITV original y el permiso de circulación, sin excepciones.
2. Carrocería y chasis: la primera impresión cuenta
Se revisa que el coche no tenga óxido, golpes estructurales ni aristas peligrosas que puedan poner en riesgo a peatones o pasajeros. También comprueban que puertas, capó y maletero funcionen correctamente.
3. Visibilidad: ojos bien abiertos
Nada de grietas ni cristales tintados sin homologar. El parabrisas, las lunas y los espejos deben ofrecer visibilidad total, y el sistema de limpia y lavaparabrisas tiene que funcionar perfectamente.
4. Interior del coche: más importante de lo que crees
Además de la estética, se inspecciona que no haya objetos sueltos, salientes peligrosos o asientos mal anclados. También revisan el funcionamiento de cinturones, velocímetro, antivaho y sistema antirrobo. Si llevas sillitas infantiles, asegúrate de que cumplan la normativa.
5. Luces y señalización: que todo brille como debe
Se analizan todas las luces del coche: cruce, carretera, intermitentes, freno, marcha atrás, matrícula… No basta con que estén; deben funcionar, estar homologadas y bien orientadas.
6. Emisiones: bajo control
El tubo de escape no es solo una salida de gases. Se mide que las emisiones y el ruido del motor estén dentro de los límites legales, según el tipo de combustible y la antigüedad del vehículo. Una fuga o un escape roto puede ser motivo de rechazo.
7. Frenos: tu mayor aliado en una emergencia
Con un frenómetro, comprueban que los frenos sean eficaces y estén equilibrados en ambos lados del eje. También se examina el estado de discos, pastillas y demás componentes del sistema.
8. Dirección: respuesta segura al volante
Si notas que el volante vibra o “baila”, mal asunto. Se revisan juegos en la dirección, columna, rótulas y caja, además del estado general del sistema. Una dirección imprecisa puede ser un defecto grave.
9. Ruedas y suspensión: sin trucos ni atajos
Tus neumáticos deben ser los adecuados para el modelo del coche, con dibujo suficiente y sin deformaciones. Además, se evalúa la suspensión, amortiguadores, fijaciones y posibles fugas.
10. Motor y transmisión: el corazón del coche
No se desmonta nada, pero se comprueba visualmente que no haya fugas de aceite, pérdidas en la transmisión, batería suelta o escape en mal estado. También se revisa el depósito de combustible y sus conducciones.
11. Otros elementos (si aplican)
En algunos vehículos, también se controla el tacógrafo, limitador de velocidad o el control de estabilidad. Todo depende del tipo de coche y su uso.
¿Conclusión? Pasar la ITV no es cuestión de suerte. Es cuestión de prevención. Y en eso, en EuroTaller te ayudamos con una revisión pre-ITV completa, para que llegues tranquilo y con garantías de éxito.