El verano es una de las épocas donde la Dirección General de Tráfico (DGT) es donde más multas suele poner, alrededor de unas 10.000 por día. Dos tercios del total están directamente relacionadas con el exceso de velocidad.
Una de las más frecuentes es conducir utilizando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores, auriculares y similares que disminuyen la atención sobre la carretera. De hecho, 9 de cada 10 personas reconoce haber usado uno de estos aparatos mientras circulaba por la carretera.
Además, más de la mitad de los conductores con entre 2 y 10 años de experiencia al volante se han despistado por culpa de su teléfono móvil, y el 20% por su GPS. Esta última incrementa en los meses veraniegos por el hecho de que los ciudadanos viajan más a lugares que desconocen y no saben cómo llegar sin hacer uso de este dispositivo. Esta acción está sancionada con 200 euros y la pérdida de tres puntos del carnet.
Conducir con chanclas, calzado abierto o descalzo es otra razón por la que habitualmente se multa en España. Si no se utiliza el calzado adecuado para conducir, se puede entorpecer el uso de los pedales y mermar la capacidad de reacción. No obstante, esta conducta no está explícitamente recogida como una infracción en el Reglamento General de Circulación.
Otras infracciones muy cometidas por los españoles son conducir sin camiseta o circular con el codo apoyado en la zona de la ventanilla. La primera podría suponer que el conductor sufriera graves quemaduras en caso de frenazo brusco y aumenta en general la gravedad de casi cualquier lesión al volante. La forma de conducir de la segunda puede afectar a la libertad de movimientos del conductor y estaría circulando con una sola mano al volante. Ambas infracciones suponen una multa de 80 euros.
Llevar el equipaje mal organizado también puede ser motivo de una gran sanción, 500 euros y 4 puntos concretamente. Si se llevan las maletas en el habitáculo, aunque el 20% de los conductores lo hace, pueden convertirse en un auténtico peligro en caso de accidente. Podrían salir disparadas hacia delante con su peso multiplicado por la inercia del coche. Además, viajar con el coche sobrecargado también influye negativamente en el comportamiento del vehículo.
Comer o beber al volante es otra sanción recurrente que llega a los 200 euros y la pérdida de dos puntos del carnet de conducir. Tirar colillas por la ventana también compromete la seguridad de otros usuarios y puede provocar incendios. Por eso conlleva 200 euros de multa y la pérdida de 4 puntos del carné. Circular sin la ITV pasada, tras haber consumido alcohol, no utilizar el cinturón de seguridad adecuadamente son otras de las más habituales.
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Fuente: eurotaller.com
