¿Por qué nunca se marea el conductor del coche y sí sus acompañantes?

El mareo que sufren las personas que viajan en un coche, en avión o barco, se llama cinetosis. Se presenta en forma de aturdimiento y sudores fríos, pudiendo desembocar al cabo de unos minutos en vértigo, náuseas y vómitos. La causa es que el oído interno sigue percibiendo el desplazamiento del automóvil, mientras que los ojos están enfocados en algo que se encuentra estático.

Al deberse a una respuesta natural del organismo tiene una difícil curación, pero existen medicamentos que pueden prevenir el mareo por movimiento. Además, algunos trucos minimizan los síntomas e, incluso, evitan sufrirlos en el coche.

¿Por qué el conductor no se marea en el coche?

Normalmente, el conductor no sufre cinetosis porque su cerebro sabe cuál va a ser el siguiente movimiento del vehículo. Las cosas cambian en la fila trasera, ya que es la más conflictiva con, eso sí, diferencias entre sus asientos.

Si el coche es de cinco plazas, la trasera central es la más segura para las personas que se marean. Igual que ocurre con la del copiloto, desde ella es posible contemplar cómo se mueve el paisaje y, por lo tanto, el cerebro no recibirá datos contradictorios. Las dos plazas de los extremos son las menos recomendables para quienes sufren cinetosis.

¿En qué asiento se sufren menos mareos?

En el interior del coche, hay un asiento donde los mareos son menos frecuentes: el del copiloto. La persona que lo ocupa tiene un campo de visión más amplio, que le permite ver cómo el horizonte se mueve poco a poco. De esta manera, el cerebro recibe, a través de ojos y oídos, información parecida de la velocidad y la dirección.

Evita mareos en el coche

La cinetosis se hace más persistente en el coche en los viajes largos, cuando se recorren carreteras sinuosas o en los atascos.

La mejor solución es posar la vista hacia delante mientras el coche se encuentra en movimiento: fijarse en algún elemento del paisaje o, directamente, en la línea del horizonte. Asimismo, es fundamental evitar la lectura de libros y el uso del teléfono móvil o la tableta. En esos casos, el cerebro piensa que está inmóvil, pero el oído detecta el movimiento. Por otro lado, el conductor puede ayudar a minimizar la cinetosis dirigiendo el coche con suavidad, evitando las aceleraciones y los frenazos bruscos.

Fuente: eurotaller.com