Recorre más kilómetros con la misma cantidad de combustible

Con el precio de gasolina y diésel por las nubes ya tenemos un motivo más para fijarnos en nuestra conducción y en el estado de nuestro vehículo para intentar ahorrar en combustible y no castigar más nuestro maltrecho bolsillo, que se enfrenta a unos niveles de precios que no se alcanzaban desde 1992.

Y es que un mismo depósito de combustible no ofrece siempre la misma autonomía. El número de kilómetros que permite recorrer varía en función de múltiples factores.

De este modo, el estilo de conducción, el tipo de trazado de la ruta o la carga del vehículo afectan directamente al consumo, por lo que pueden acabar obligando a realizar más repostajes y, por lo tanto, a desembolsar una mayor cantidad de dinero.

Trucos para ahorrar en combustible

Para incrementar la eficiencia del vehículo y completar mayores distancias con la misma cantidad de combustible hay que seguir una serie de recomendaciones. Según explica el RACC, seguir los siguientes hábitos puede ayudar a reducir hasta un 18% el consumo de combustible.

Consejos para una conducción eficiente

  1. Arrancar el motor pisando el embrague y sin apretar el acelerador.
  2. Utilizar la primera marcha solo para empezar a circular y cambiar rápidamente a la segunda.
  3. Conducir con suavidad evitando acelerones y frenazos; la anticipación es clave.
  4. Circular con marchas largas y a bajas revoluciones.
  5. Para decelerar, levantar el pie del acelerador y dejar siempre la marcha engranada.
  6. No bajar las pendientes en punto muerto.
  7. Apagar el motor si se realizan paradas de más de 1 minuto.
  8. Si se conduce un coche con distintas opciones de cambio automático, escoger el modo económico.
  9. Evitar viajar con las ventanillas bajadas porque afecta a la aerodinámica del vehículo.
  10. Reducir al mínimo el uso de accesorios mecánicos y eléctricos, como el climatizador.
  11. Evitar sobrecargar el vehículo.
  12. Desmontar accesorios que no se utilizan y afectan a la aerodinámica (portabicis, cofres, protaesquís…).
  13. Comprobar que la presión de los neumáticos sea la correcta.
  14. Y si tenemos que cambiar los neumáticos, apostar por unos con baja resistencia a la rodadura.
  15. Realizar un adecuado mantenimiento del vehículo: un motor mal ajustado quemará más combustible.

No en vano, el funcionamiento del motor es tan preciso (o más) como el de un reloj analógico por lo que el más mínimo desajuste no sólo provoca aumentos de consumo de combustible, de emisiones contaminantes o de pérdidas de potencia. También llevarán a la largo a fallos que pueden convertirse en graves y costosas averías.

Fuente: eurotaller.com