Aunque parezca una situación que pueda ocurrir pocas vez, cada año son miles los siniestros que hay con animales de los cuales unos 400 han provocado víctimas ya sea fallecidos u heridos. En el mejor de los casos toparse con uno de grandes dimensiones puede provocar grandes destrozos en nuestro vehículo.

Según los datos que aporta la Dirección General de Tráfico, el 80% de accidentes de este tipo tuvieron lugar en carreteras convencionales, y además, en épocas de invierno, y sobre todo de noche, ya que los animales suelen deambular cerca de la carretera en busca de alimento.

También hay que tener en cuenta que si vemos a uno cerca de la carretera y lo pasamos sin problema, no hay que confiarse porque nunca van solos y no es raro que haya otros cerca.

¿Cómo reaccionar?

  • Mantén firme el volante y la dirección. Lo más recomendable ante un atropello de animal inminente es mantener firme el volante y la dirección del coche y tratar de frenar lo más fuerte posible, siempre con cuidado de nuestra propia seguridad y la de los coches que nos sigan.
  • Nuestros reflejos nos pueden llevar a pegar un volantazo para evitar el accidente. Esto puede resultar muy peligroso ya que pondríamos en riesgo a otros conductores si invadimos el carril contrario, o llegarnos a  impactar con un árbol o contra el quitamiedo en caso de salirnos de la calzada. Lamentablemente, una colisión controlada con el animal es mejor solución que cualquiera de estas opciones.
  • No toques el claxon. Tratar de ahuyentar al animal con el sonido del claxon puede llevar a que reaccione de forma imprevisible, incluso lanzándose contra el coche. También puede hacer que se quede inmóvil ante el susto. Cambia rápidamente a luz de cruce para evitar deslumbrar al animal, ya que estos tienden a quedarse paralizados cuando ven luces aproximarse.
  • Reporta siempre el accidente: si por desgracia el animal sufre un impacto, debemos informarlo. Lo primero que debes hacer es asegurar la seguridad de los pasajeros de tu vehículo y la de otros conductores. Para ello, detén el coche fuera de la calzada, señalizándolo debidamente, y comprueba los daños en el vehículo. Evita acercarte al animal, ya que puede reaccionar con violencia o incluso transmitir infecciones.

¿Quién es el culpable?

Si has atropellado un animal relacionado con la caza (liebre, conejo, zorro, jabalí, ciervo, gamo, corzo, rebeco, cabra montesa, muflón y arruí), desde la reforma de la Ley de Tráfico de 2014 es el conductor el responsable, contemplando dos salvedades. La primera de ellas es que el accidente sea consecuencia directa de una actividad de caza mayor que se haya realizado ese mismo día o en las doce horas anteriores al accidente. La segunda, si el animal se ha escapado por un agujero no reparado en el cercado de un terreno o coto de caza.

En el caso de atropello a animales domésticos, como perros o gatos, y según el Artículo 1.905 del Código Civil, es el dueño de ellos es responsable de ese accidente, llegando incluso a incurrir en responsabilidad penal si se originan heridos o fallecidos en dicho accidente. Sin embargo, solo podrás identificar al dueño del animal si éste lleva el microchip obligatorio implantado.

Un tercer supuesto son atropellos producidos en cañadas, vías en las que los animales tienen preferencia, y que por tanto será de nuevo el conductor el responsable de esa colisión.

Fuente: eurotaller